Foto: Archivo.
En la Venezuela de hoy es sumamente difícil conseguir repuestos para los automóviles, como baterías, cauchos, bujías, pero en tal caso que lo halle, a costos exagerados y fuera de este mundo.
Por ejemplo, un caucho puede costar fácilmente 50 mil bolívares, incluso más, dependiendo de las pulgadas, pero no solo ese es el problema, pues se le suma a esto un detallito, las largas colas que hay que hacer para lograr el objetivo.
La vida útil de los repuestos no es eterna, por lo que periodicamente deben hacerse cambios, el señor Carlos Avila, taxista, comenta que ha tenido que aumentar sus tarifas, "algunos clientes se quejan, otros pagan los montos igual, pero se me hace muy complicado trabajar, tengo que hacer maromas para conseguir cauchos".
Es recurrente observar colas infinitas de gente durmiendo afuera de los establecimientos que venden repuestos, pero no tienen de otra, incluso algunos venden esos "puestos" en casi cinco mil bolívares, Enrique Cedeño declara que ha tenido que recurrir a esta práctica, "tuve que comprar un puesto, trabajo prácticamente todo el día y no me quedó de otra, así estamos".
A muchos los regresan de la puerta con un rotundo "se acabó", por lo que muchos han tenido que hacer la cola varias veces, algunas sin éxito.
Por eso algunos dicen "es mejor no tener carro", por las peripecias que los conductores pasan, pero los costos de los taxis son extremos. "El servicio del transporte público está en decadencia, los autobuses no pueden con tanta gente, aunque con el BTR se ha visto un poco de mejoría", declara Carla Figuera, estudiante universitaria.
Génesis Ramos.
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