Por: Oswaldo Carvajal
Las
ganas querer estudiar la carrera universitaria soñada se opacan en muchas
ocasiones por no poder trasladarse a una ciudad distinta lejos de casa.
En la actualidad costear una residencia, comida, ropa y materiales de estudio,
se convierten en obstáculos para cursar estudios en universidades apartadas del
lugar de origen.
Así lo refirió Carlos Reyes, cursante del 9no semestre de Medicina en la
Universidad de Oriente,núcleo Anzoátegui, quien decidió formarse como
galeno, lejos de su hogar en el estado Nueva Esparta.
“Cuando te aceptan en una universidad para estudiar Medicina las emociones son
infinitas, pero la preocupación llega, cuando tienes que buscar residencia en
otra ciudad”, indicó Reyes, quien también comentó que es lamentable saber que
varios compañeros suyos tuvieron que tomar otra carrera como opción, por
no contar con recursos suficientes para mudarse al estado Anzoátegui y formarse
como médicos.
Tal es el caso de la abogada barcelonesa Ana Karina Torres, quien soñaba con
estudiar fisioterapia, carrera que se cursa en la Universidad Central de
Venezuela , y el no poder pagar una residencia en la capital del país, decidió
cursar estudios de abogacía en la zona norte de Anzoátegui. Afirma que suele
ser frustrante no poder estudiar lo que se desea.
Sacrificios que valen la pena
La pareja conformada por el comerciante Oswaldo Carvajal y la docente Zenaida
Herrera, habitantes de la población de San Miguel, municipio Peñalver, aseguran
que han tenido que hacer sacrificios para costear los estudios de su hijo,
quien está próximo a egresar como periodista de las aulas de la Universidad
Santa María, núcleo Oriente.
“Cuando nuestro hijo dijo que quería estudiar comunicación social,
aceptamos y asumimos los sacrificios que tendríamos que hacer. Tuvimos que
reducir nuestros gastos de ropa, viajes, entre muchas cosas más para poder
brindarle la oportunidad de ser lo que él quería ser. Ya está a por terminar
sus estudios, y nos satisface saber que los sacrificios valieron la pena”,
finalizó.
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