Anillos de graduación, una tradición en riesgo

Por Oswaldo Carvajal

La culminación de los estudios superiores, viene de la mano con la alegría, satisfacción y premiación propia por la meta cumplida.

Futuros profesionales anhelan poder lucir su anillo de grado. Cortesía

Viajes, automóviles, dinero en efectivo entre otras cosas, puede recibir el graduando como regalo de sus padres o de él mismo. El más tradicional y que casi nunca puede faltar en el ajuar del nuevo profesional, es el popular y anhelado anillo de grado.

Luis Arabia, recuerda cuando vio por primera vez, el anillo de graduación que quería al terminar la carrera de Administración Industrial, la cual cursó en la Universidad de Oriente, núcleo Anzoátegui.

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 “Cuando terminé de presentar tesis, fui a una joyería en el centro de Puerto La Cruz con mi papá y él me preguntó cuál me gustaba, le señalé un modelo, me tomaron las medidas y el día anterior al acto de grado lo tenía en una bolsita de terciopelo negro en la mesa de noche”.  Rememoró Luis

“Es un regalo muy bonito que lamentablemente solo puedo usar en reuniones familiares y cuando salgo en carros de amigos”, finalizó.

En la actualidad, para algunos estudiantes del último período universitario, la adquisición del anillo de grado suele someterse a consideración, debido a su alto costo y a la situación de inseguridad por la que atraviesa Venezuela.

Para todos los gustos

En plata u oro, es amplia la variedad de modelos que ofrecen las joyerías y fabricantes de la imponente y tradicional sortija.

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Los precios de los anillo en plata, oscilan entre 9 y 10 mil bolívares; y de 40 a 175 mil si son fabricados en oro de 10 kilates.

Por lo tradicional o innovador del modelo, por el peso, el kilataje, o por el tallado de la gema o piedra que suelen tener, se le adicionan o restan ceros al costo final del anillo.

Por su parte Karina Rojas aseguró que al terminar su carrera, sí tendrá un anillo de grado, pero fabricado en plata, ya que comprarlo en oro, además de mucho más costoso podría representar un riesgo para su seguridad.

Esta barcelonesa estudiante del décimo semestre de Comunicación Social en la Universidad Santa María, núcleo Oriente; considera exorbitantes los precios de las mencionadas joyas y lamentó tener que anteponer su seguridad antes de lucir el anillo, símbolo de su esfuerzo.

Según el portal web  graduaciones .org , el  anillo de graduación se remonta como tradición al año 1835 y fue fabricado para la Academia de West Point en Estados Unidos y posteriormente empezó a expandirse como moda al resto de universidades prestigiosas del mundo. El Anillo es todo un símbolo de orgullo, de esfuerzo y de triunfo y es una distinción que pretende celebrar el prestigio de la institución en la que se ha estudiado.  El anillo suele llevarse en la mano derecha y en el dedo anular por la tradición de los Caballeros egipcios de ponerse el suyo allí, creyendo que ese dedo les otorgaría buena suerte.