Foto obtenida del Facebook de la escritora. |
Venezuela es un país musa. Aquí se
escribe como inmigrante de cuerpo o de mente. Escritores como Enza García Arreaza,
Leonardo González-Alcalá y Yorgenis Ramírez describen, en sus visiones, como es
el país en el que transitan día a día.
Enza García
Arreaza (Puerto la Cruz)
Narradora y poeta. Obtuvo el VII Premio
Literario Cuento Contigo de Casa de América (Madrid, 2004) con «La parte que le
tocó a Caleb». En 2007 resultó ganadora del Concurso para Obras de Autores
Inéditos, auspiciado por Monte Ávila Editores, con el libro de cuentos Cállate
poco a poco (Monte Ávila Editores, 2008).
Ahora tengo que
salir con mi librito de Sanoja Hernández para todos lados. Me siento bajo el
sol o hago la cola para el remedio y me digo naciste en el mismo país que este
hombre muerto y mi yo muerto me saluda sonriendo desde la cola de al lado para
los pañales. Mi lidia es tuya, murmuro, y me dicen que son solo tres jabones
por persona y que los pañitos de cocina cuestan varios billetes de la
denominación más alta. Este es el año del hallazgo, el año del adiós, el año
gran coñiza. Sanoja Hernández habla de un “Dios como un sombrero sobre el grito
de todo el mundo”.
Leonardo
González-Alcalá (Caracas)
Graduado de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (2010). Premio XII
Bienal Francisco Lazo Martí del Ateneo de Calabozo con el poemario El país de
los muertos. En 2011, publicó en la Editorial Equinoccio su poemario Gesto
quebrado.
Yorgenis
Ramírez (La Guaira-Vargas).
Yorgenis Ramírez. Poeta. Relacionista
industrial. Cursa estudios de Licenciatura en Danza en la Universidad
Politécnica Territorial de Mérida. Egresado de la Fundación Escuela de Danza de
Caracas como bailarín en Danza Contemporánea. Posteriores estudios de artes
escénicas en Alemania. Director artístico de La Casa Rota, colectivo de artes
visuales.
Los columpios
fueron sustituidos por ametralladoras
El lugar de las
rayuelas hoy son trincheras, cadáveres, desolación
…
No podemos
volar papagayos
Ni insolarnos
con el hirviente mediodía
Los
perseguidores ocuparon la intemperie
…
Simulamos jugar
las escondidas
Tras cada
allanamiento
Tras cada
persecución
Tras cada
arrasamiento
…
Hay que guardar
silencio en los interrogatorios
Sino papá nos
dará un mes de caligrafías
Raúl
El hijo de Aura
María
Corrió jugando
a la pica
Pero una bala
fue más veloz
Y lo detuvo en
una silla de ruedas
Cuya pica es el
horizonte que horada la muerte
…
Las canciones
se hicieron ceniza
La ciudad ajena
La paz apátrida
…
No podemos
bañarnos en la lluvia
Los
perseguidores lavan sus patrullas
Y no comparten
una gota misericorde con nosotros
…
Desde ayer nos
prohibieron el cielo
…
Ahora jugamos
A ver quién
respira
Un día más.
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