martes, 26 de agosto de 2014

La escasez alcanza a las pastillas para "estudiar"


Salvador Passalacqua (@spassalacqua) 

Los anaqueles ya no están surtidos de suplementos que prometen mejorar la memoria y la concentración. 

En la zona norte del estado Anzoátegui, la situación ha empeorado durante el segundo trimestre del año y afecta a estudiantes universitarios y empleados sometidos a presión laboral.

En abril fue la última vez que Daniela Astudillo, estudiante de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (Ugma), pudo comprar un producto natural para el déficit de atención. "Ninguna casa naturista lo tiene. Cuando hay, lo venden a 600 bolívares".

Se trata de unas pastillas elaboradas a base de plantas de valeriana y centella asiática. Las importan de países centroamericanos.

Otros suplementos más comunes, compuestos de ginkgo biloba, se han vuelto difíciles de conseguir en Barcelona y Puerto La Cruz. "Me había acostumbrado a tomarlo y ahora desaparece", expresó la secretaria Luisa Herrera. Su marca comercial preferida se fabrica en laboratorios venezolanos.

Hay quienes recurren a las compras en línea. Es el caso de la joven María Laura Carvajal, consumidora de unas esencias conocidas como flores de Bach, indicadas para la agilidad mental. Debe pagar por ellas hasta 15 dólares.

Tres encargados de farmacias, de cuatro visitadas, afirmaron que la escasez se agudizará hacia finales de año, debido a la crisis económica que atraviesa el país.

Salvadorpassalacqua@gmail.com

1 comentario:

  1. Mi hija lleva utilizando las pastillas para estudiar desde que empezó las oposiciones y seguimos en ello, ella se encuentra más fluida y receptible tomándolas así que sería contraproducente negárselo...

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