Alexander Guaiquirián
Después de las 5:00 de la tarde, el viento y las precipitaciones causaron estragos en la zona metropolitana del estado Anzoátegui. El techo de la primera sede de la Universidad Santa María (USM), ubicada en Barcelona, quedó sin parte del manto asfáltico.
Los estudiantes y profesores que se encontraban en el edificio contiguo, a unos 50 metros, presenciaron cómo la ventolera levantaba la capa protectora. Se encontraban “atrapados” por miedo a que el techo se les viniera encima, lo que generó pánico entre los pasillos de la institución.
Posteriormente, una falla eléctrica afectó las instalaciones de la universidad. Los alumnos comenzaron a correr hacia la salida porque se presumía que iban a cerrar los portones para suspender las clases por el robo que ocurrió en horas de la mañana en un salón de la escuela de Derecho.
Las autoridades académicas luego decidieron suspender las actividades por la falta de luz.
Inseguridad
La mayoría de los usemistas no se sienten seguros dentro del núcleo. Al momento que las sedes se quedaron sin electricidad, comenzaron a retirarse de los salones puesto que temen ser atracados.
“Con luz nos roban sin luz estamos más expuestos”, expresó la estudiante de Comunicación Social, Mariangel Hurtado.
La infraestructura de la universidad también se ha convertido en otro peligro latente. Tras el incidente de este miércoles, la comunidad estudiantil volcó nuevamente su preocupación a las reparaciones que iniciaron esta semana.
Las deficiencias de mantenimiento de la USM son una queja constante desde hace aproximadamente tres años.
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