jueves, 17 de marzo de 2016

CTE: la asesina silenciosa del fútbol americano

Durante años se discutía la relación de los golpes recibidos en el fútbol con las lesiones en el cerebro de los jugadores. Foto cortesía


Por Marianela Maurera

En 1995 la Asociación Médica de Estados Unidos reveló que el consumo de cigarrillo traía graves problemas para la salud, entre ellos el cáncer. Tras dos años de investigaciones y demandas, Bennet Lebow fue el primer empresario de la industria tabaquera en admitir estos hechos. Situación similar a la que enfrenta la liga más importante del fútbol americano, la NFL (National Football League) y las lesiones que sufren sus jugadores.

Han sido varios años invertidos en estudios que han determinado que en efecto, la violencia con la que se practica esta disciplina termina perjudicando de manera potencial el estado físico y emocional de los deportistas.

Uno de las afecciones más populares es la Encefalopatía Traumática Crónica (CTE por sus siglas en inglés). Esta enfermedad es causada por los golpes repetitivos en el cráneo de los jugadores a los que están expuestos en los partidos y en los entrenamientos.

Algunos incluso se atreven a decir que padecerla es “un infierno” dado a que es un padecimiento silencioso pero cuando llega puede resultar letal. Comienza con mareos, náuseas, falta de concentración, problemas de memoria, dolores de cabeza y posible pérdida del conocimiento, detalla el portal de BBC Mundo.

Es tan grave que su etapa avanzada, produce un daño cognitivo peligroso que lleva a otros síntomas parecidos al del Alzheimer, Parkinson y la demencia.

Para Roberto Rey,  neurólogo del Instituto Argentino de Investigación Neurológica (IADIN) la CTE "es una enfermedad muy grave y lo peor es que es irreversible. Lo peor es que surge de manera silenciosa. Son impactos que no llaman tanto la atención, nadie termina en coma por ellos. Pero al recibirlos durante tanto tiempo y acumular ese tipo de trauma se llega a esa enfermedad" según le explicó a Infobae.

La gota que derramó el vaso

El año pasado reconocido actor Will Smith, hizo retumbar de nuevo las oficinas de las máximas autoridades del fútbol americano con su nueva película “Concussion”. La producción está basada en la historia de Bennet Omalu, un patólogo nigeriano que en el 2002 descubrió y le dio un nombre a la CTE, donde resalta todas las amenazas que recibió el especialista tras su hallazgo por parte de la NFL.

Will Smith encarna al doctor Bennet Omalu, quien descubrió la CTE en el 2002. Foto cortesía
Antes del estreno otro hecho conmocionó a los fanáticos. Chirs Borland, un joven de apenas 24 años y que en su primera temporada con los 49ers de San Francisco, uno de los equipos más populares de la liga, brillaba como uno de los mejores novatos y su táctica de juego le auguraba un buen futuro en este deporte, sin embargo renunció.

¿La razón? Miedo. Según Borland, el deseo de tener una larga vida lo motivo a abandonar el trabajo de sus sueños, alegó que sentía terror de terminar su vida profesional y después de eso padecer de graves lesiones cerebrales, reseñó la BBC.

Después de él, Patrick Willis, Cortland Finnegan, Jake Locker y Jason Worilds fueron los siguientes en lanzar su carta de renuncia sobre la mesa.

Pero los casos no terminan ahí,  en la actualidad sobre los hombros de la NFL pesan las demandas de cinco mil exjugadores, quienes exigen una indemnización para todos los afectados por esta enfermedad y acusan al organismo de ocultar los riesgos de este deporte, detalla la página web de El Mundo de España.

"La respuesta a eso es, ciertamente, sí"

Finalmente el 14 de marzo de este año se destapó este secreto a voces, al menos por la parte oficial, el vicepresidente de la liga profesional de Estados Unidos para la salud y seguridad, Jeff Miller, admitió la relación de los golpes recibidos en el fútbol con las contusiones en el cerebro tenían relación.

Miller aseveró que "la respuesta a eso es, ciertamente, sí" en referencia a los miles de casos de esta afección degenerativa. Para sorpresa de muchos, el portavoz de la organización, Brian McCarty, indicó que respaldaban las declaraciones de Miller.

Los atletas pueden recibir innumerables golpes en la cabeza durante su carrera. Foto cortesía

Sin embargo, aseguraron que estas confesiones no cambiaban el rumbo de los procesos judiciales que abrieron cinco mil jugadores. Advirtiendo categóricamente que los riesgos, serían parte de la responsabilidad de los propios atletas.

En un principio este tipo de lesiones se relacionaban con el boxeo, ahora un estudio mucho más reciente hecho por la neuropatóloga Ann McKee, informó que había encontrado 90 casos de CTE en los 94 cerebros de atletas estudiados en la Universidad de Boston.


Ahora la NFL quedó más expuesta ante nuevas demandas, muchos especialistas sugieren que ha llegado la hora de cambiar “la forma” del juego. La gran interrogante que surge a partir de estas circunstancias es cómo afectará la erradicación de la violencia en esta industria deportiva multimillonaria. 

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