¿Con
aire o sin aire? Es la pregunta que profesionales del volante le hacen a diario
a usuarios de este medio de transporte privado, donde ambas partes se ven
afectadas, por un lado el elevado costo de los repuestos para vehículos y por
otra parte los usuarios quienes tienen que cancelar la tarifa del servicio.
Ya
los servicios “largos o cortos” se resumen en un solo monto que sobrepasa los Bs.
300, ni pensar en los días lluviosos o las rutinarias colas por protestas en
comunidades o accidentes de tránsito, donde taxista se aprovechan de la ocasión
para pedir demás por su carrerita.
Actualmente
un servicio de Barcelona a Puerto la Cruz oscila entre los Bs. 300 y
4ooblivares. La triste realidad que se vive en las calles es que el mínimo
servicio de taxi cuesta Bs. 250, sin contar que algunas ocasiones el carro no
tiene aire y está bastante deteriorado.
Las
líneas de servicio privadas que ubicas vía telefónica, tienen sus tarifas
fijas, que informan al usuario antes de abordar la unidad por si está
inconforme o cuenta con el dinero para pagar el taxi.
Sin
embargo, otra realidad se vive en el Aeropuerto Internacional José Antonio
Anzoátegui de Barcelona, que cuenta con una línea privada de taxi y el monto no
baja de Bs. 1500 por servicio para los viajeros que nos visitan a diario ya sea
por trabajo o por turismo.
Motivo
por el cual el gobierno regional encabezado por el Profesor Aristóbulo Isturiz,
decidió contrarrestar ese exagerado servicio y poner a la disposición de los
visitantes, unidades Yutong para que sean trasladados totalmente gratuito hasta
el centro de Barcelona.
Usuarios afectados:
Rosa
García, usuaria del aeropuerto internacional de Barcelona, asegura que en una
ocasión su vuelo se retraso y llego pasada las 9 de la noche y tuvo que
cancelar un monto elevado en contra de su voluntad.
“Bs.
1600 me cobró un taxi del aeropuerto hasta Nueva Barcelona, lo pague porque
venía sumamente cansada y tenía la plata encima porque si no, no lo hago” dijo García.
Para
Mónica Castillo, los servicios de taxis son exageradamente caros por la misma
inflación que se vive en la actualidad, donde ella considera que todos
necesitan sobrevivir a esta crisis de algún modo para solventar sus necesidades.
“Cuando
el carro se me daña debo pagar taxi. Yo vivo en Guaraguao y trabajo en
Barcelona, me ha tocado pagar 500bolivares por un servicio en horas de la
mañana, y no los culpo, pero cuando no tengo agarro autobús” señaló Mónica Castillo.
Ante
esta situación actual, usuarios y profesionales del volante, esperan que se
normalice en su totalidad la economía del país, que sube cada vez mas sin freno
alguno, donde las primeras víctimas son el pueblo, que pasa las mil y unas para
sobrevivir a diario.
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