Carlos
Reinales
@Carlos_Reinales
Son tantos los nombres que han recibido las colas que se
ven a diario en cualquier punto del país, que pudiese cambiársele el nombre.
Para un sector se llama “ineficiencia gubernamental”, para otro “guerra económica”, y otros tantos le dicen
“la nueva costumbre”.
En una encuesta realizada a varios estudiantes de la
Universidad Santa María Núcleo Oriente, sobre sí hacen cola en sus ratos
libres, un 80% respondió que sí porque necesitan comprar diversas
cosas para su día a día y estas se consiguen en los establecimientos donde
seguramente, habrá una cola.
Alberto Fajardo, estudiante de Ingeniería Civil de
la USM comentó que cerca de su lugar de residencia hay un abasto donde llega
frecuentemente harina, leche, café, detergente, pero para obtenerlos no puede
dejar de hacer su cola.
Rosalimar González, estudiante del 6to semestre de
Farmacia, explicó que "la necesidad tiene cara de perro", y por ende
debe hacer su cola en el abasto bicentenario ya que es lo más cerca que tiene
de su casa y, necesita comprar sus "cositas" del hogar para subsistir
día a día.
En conclusión, la cola se volvió un
"patrimonio" de todos, pues rojos, azules, verdes o blancos, la hacen
por igual.
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