Jorge Acosta
En un mundo lleno de
irresponsables, los puntuales siempre
se distinguen y se destacan del resto.
Solo aquellos que cultivan el valor de la puntualidad logran un pleno
desarrollo personal y profesional.
Según el blog mentes liberadas, el dominio de la responsabilidad genera cuatro
beneficios que son necesarios puntualizar.
- Cuando eres puntual te muestras ante los demás como una persona
confiable y digna de respetar, es decir, que tu palabra obtiene un valor y una
reputación difícil de cuestionar.
- Es una manera de no mostrarse superior a los demás. Quien llega
tarde por algún asunto hace perder tiempo a la otra persona, sus actos dicen de
forma indirecta que su tiempo es más importante que el del otro.
- Proyecta una buena imagen profesional, te diferencia de los
demás, te transformas en un ser indispensable y útil para el desarrollo de
cualquier labor que realices.
En el ámbito académico,
llegar tarde a una clase puede equivaler a perder por completo el hilo de la
clase, hacer enojar a un profesor, o en quedarse sin oportunidad de rendir un
examen o entregar un trabajo práctico.
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