En
medio de la euforia del Mundial Brasil 2014, Sao Paulo también tiene cabida para
la música orquestal. La Sinfónica Simón Bolívar y el maestro Gustavo Dudamel
fueron recibidos a casa llena los pasados 6, 7 y 10 de julio en la Sala Sao
Paulo, la más importante de la ciudad brasilera.
Durante
el primer concierto en Brasil, Dudamel fue, junto a la orquesta, el artífice de
la interpretación de las Bachianas Brasileiras N° 2, de Heitor Villa-Lobos; de
Margariteña, del venezolano Inocente Carreño, y la estremecedora Sinfonía
Fantástica, del compositor francés Hector Berlioz.
La
segunda noche tuvo otra cadencia: la de la Novena Sinfonía de Gustav Mahler,
última obra completa del compositor, que nació justo el 7 de julio, hace 154
años. Fue una suerte de discreto homenaje.
La
visión del director, el compromiso y la pasión con la que los músicos
venezolanos asumieron esta obra dejó conmovido al público brasileño. En cada
parada, el Sistema estrechó lazos pedagógicos con las academias locales.
“Como músico, como maestro y como
melómano digo con certeza que este es el mejor Mahler que se ha escuchado en la
historia contemporánea de Sao Paulo. Dudamel y la Sinfónica Simón Bolívar
estuvieron exquisitamente brillantes”, señaló Paulo Zuben, director artístico y
pedagógico de la Escuela de Música Santa Marcelina de Sao Paulo, que es una de
las escuelas brasileñas que se ha inspirado en el modelo de El Sistema.
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