Fabricio Marot/Tomada de: RT INTERNACIONAL
Una vez acabada la Segunda
Guerra Mundial, expertos de las Fuerzas Aliadas revisaron la 'herencia' de
Adolf Hitler y concluyeron que la fortuna personal de un hombre que siempre
afirmó no tener ningún interés en el dinero era relativamente modesta, en
comparación con lo que suele ser habitual en los dictadores: consistía en unos
800.000 dólares al cambio actual. Pero en realidad el 'Führer' poseía bienes
inmuebles, obras de arte y efectivo por un valor total de más de 6.000 millones
de dólares, denuncia el documental 'Hunt for Hitler’s Missing Millions' ('a la
caza de los millones perdidos de Hitler'), de la cadena británica Channel 5.
De acuerdo con la cinta,
Hitler trabajaba en una cantidad increíble de planes con el objetivo de hacer
dinero. Cobraba a los organizadores por sus discursos durante eventos públicos,
se apoderaba en secreto de fondos recaudados en sus mítines, canalizaba millones
hacia sus cuentas personales gracias a las regalías que le había pagado el
Estado por su 'obra maestra' 'Mein Kampf', regalías que cobraba también por el
uso de su imagen, principalmente en los sellos.
Unas 3.000 de las 8.500
pinturas que reunió Hitler costaban millones de dólares cada una, cuenta uno de
los protagonistas del documental, el historiador de arte Godfrey Barker. Tenía,
además, cuentas en Suiza y Holanda, aunque nunca fueron entregadas a sus
herederos, comenta la contable forense Kenneth Yormark.
Con todo esto, no solo la
multitud de personas que le admiraban no tenían ni la menor idea de sus
especulaciones, sino que tampoco los recaudadores de impuestos alemanes estaban
al corriente de ellas. Según el documental, en el momento en que ocupó el
puesto de canciller en 1933, Hitler debía al presupuesto estatal unos 3
millones de dólares en impuestos evadidos. Muy poco después se decidió en
silencio que los cancilleres gozarían de exención fiscal, denuncia la cinta.
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