Maoli Torres @maolijtu
La coordinadora del
servicio comunitario de la USM (Universidad Santa María), María Herminia
Solórzano, explicó que la labor social no es simplemente dar un conocimiento
académico sino dar valores, principios, afianzar los aspectos culturales y
tradicionales de nuestro país que se han perdido.
“El joven
Astudillo, hizo una clínica de fútbol en la escuela Severiano Hernández,
ubicada en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui. Donde recupero la cancha y llevó
a jugadores del Deportivo Anzoátegui para una clase con los niños. También cada
semestre mando un grupo a la Casa de la Cultura para elaborar el periódico de
esa institución”, expresó Solórzano.
Solórzano comenta
que otros bachilleres han formado parte de la familia Corazón de Alegría, esta
fundación se encarga de ayudar a los niños con cáncer del hospital de niños
Rafael Tobías Guevara en Barcelona, estado Anzoátegui.
La estudiante del 10mo
semestre de Comunicación Social, mención corporativo, Inés Reyes, afirma
que durante sus 120 horas realizando el servicio comunitario aprendió a
colaborar en el aprendizaje de los más pequeños del hogar impartiendo clases de
lectura y ortografía.
El fin de la labor
social es fomentar en el estudiante el compromiso con la sociedad. Es una
actividad reciproca donde el alumno da, pero a la vez aprende y se solidariza
con la problemática de la comunidad, enfatizó la coordinadora del servicio
comunitario.
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