Foto: Archivo
Por: Carlos Guipe
El yoga es, sin dudas, una de las mejores disciplinas para el cuidado de la salud. Es mucho más que un ejercicio físico, pues también involucra el plano mental y espiritual. Sus beneficios se pueden apreciar incluso más rápido que cuando vamos al gimnasio, sobre todo en las articulaciones.
Su práctica fortalece los músculos y huesos, retrasa el proceso de envejecimiento, aumenta la energía vital, da flexibilidad y equilibrio, oxigena y limpia nuestros órganos, beneficia nuestro sistema cardiovascular, endocrino, digestivo y respiratorio
Nos hace “más conscientes de los ritmos y necesidades naturales del cuerpo”, dice la yogui Beatriz Hernández, quien hace vida en el Centro Holístico Shamagin.
Las distintas posiciones y movimientos que involucran los ejercicios de yoga aumentan la densidad ósea. Por ejemplo, las posturas de pie son excelentes para los huesos de las piernas y las caderas. De esta manera, practicar yoga ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis o degeneración de los huesos.
“Antes de empezar a hacer yoga, dejaba de hacer muchas cosas por mis dolores de espalda. Ahora me siente sana, sin dolores, y cada vez con más paz y energía”, cuenta Hernández.
Aumenta la flexibilidad de los músculos, ligamentos, tendones y fascias, que son los tejidos que envuelven a los músculos, lo que mejora el estado de nuestro sistema locomotor. Según WebMD, aquellas personas que han practicado yoga en sólo 8 semanas mejoraron su flexibilidad y movilidad articular en un 35%.
Un video realizado por Hybrid Medical Animation recopila la información de médicos expertos y muestra una animación de un esqueleto humano realizando yoga, demostrando los amplios beneficios que esta práctica trae para los huesos, las articulaciones y la circulación; puntos clave para el buen funcionamiento del organismo.
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