Omar González ha potenciado el juego colectivo naval. Foto: Prensa Marinos |
Por José Antonio Poito
Cumplida ya poco más de la primera mitad de la temporada
2015-2016 de la LPB, Marinos de Anzoátegui ha mandado un mensaje bien claro a
todos los equipos del circuito: arrebatarle la estrella 12 será una tarea más
que complicada.
Puede sonar a Perogrullo dado al favoritismo con el que
siempre parte el acorazado oriental, pero su rendimiento dicta tal aseveración.
Una vez más, el equipo mayor ganador de Venezuela muestra credenciales para
revalidar el título e hilvanar su tercer año consecutivo con el cetro.
Su fórmula del éxito es sencilla: resaltar el juego
colectivo en una plantilla que tiene nombres propios con jerarquía. El peso del
funcionamiento en conjunto destaca por encima de cualquier individualidad.
Pese a las ausencias de hombres como Gregory Vargas y Aaron
Harper, vitales en la consecución de campeonatos anteriores, el quinteto
anzoatiguense sigue luciendo sólido como en otras campañas. Pese a los normales
altibajos de todas las zafras, los orientales continúan en la cima de la
Conferencia Oriental con récord de 17 ganados y seis perdidos.
Garret Siler ha sido efectivo bajo los tableros. Foto: Prensa Marinos |
Ni siquiera el cambio de timón ha mermado en el performance
de los navieros. La temporada la iniciaron con Sergio Valdeolmillos (coach de
la selección de México), pero tras la eliminación de la Liga de las Américas –
todavía materia pendiente para Marinos- el español se bajó del barco, dejando
registro de ocho victorias y dos derrotas.
El puesto lo asumió el boricua Omar González, quien tiene
registro de siete victorias y solo dos reveses en su estancia con un Marinos
que cada vez luce más sólido en cada uno de los aspectos del juego.
Con el trabajo de Garret Siler, Jesús Urbina, Germán Gabriel
y la adición de Miguel Marriaga, el conjunto naviero se ha consolidado como uno
de los equipos más duros bajo los tableros, no en vano entra en el top 3 de los
conjuntos que menos reciben puntos por juego.
En materia ofensiva, la contundencia y productividad están a
la orden del día en Marinos. El contingente importado liderado por Corey Fisher
y Dion Dixon ha respondido en un ataque que celebra el repunte que ha tenido
Diego Guevara, sobre desde la línea perimetral, donde el criollo suele lastimar
más.
"El Almirante" sigue vigente en el tabloncillo. Foto: Prensa Marinos |
Oscar Torres, con todo y sus 39 años, todavía da signos de
vigencia y en un partido puede anotar hasta 20 puntos o más. Su estado físico, y el de todo el equipo, se ha
mantenido a la altura de la circunstancias, de hecho en la semana pasada
Marinos tuvo que afrontar cuatro juegos en cinco días en “La Caldera” ante
Panteras y Bucaneros. Pese a tener solo un día de descanso, ganó los cuatro
choques.
Por cómo ha jugado, no sería extraño volver a ver a Marinos
en la final del torneo. No obstante, todavía hay margen para mejorar. “No
podemos ser una montaña rusa. No podemos pasar de los sublime a lo ridículo,
tenemos que mantenernos siempre arriba. Aún falta mucho para ver el equipo que
busco”, dijo Omar González, estratega de los navales.
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