Cortesía |
Por: María Gabriela García
Viene la época vacacional y
muchos desean visitar las hermosas playas venezolanas y especialmente los
bellos paisajes marinos del oriente del país y lograr un buen bronceado que
haga lucir una piel dorada y saludable.
Antes de exponerse durante
horas al sol para lograr ese tono de piel deseado, o simplemente disfrutar del
tiempo en las playas bajo brillante astro rey, hay que tomar en cuenta los
daños que el exceso de sol puede causar en la piel.
No hay que negarse el placer
de disfrutar del clima y los paisajes tropicales junto a la familia, siempre y
cuando se tomen las precauciones necesarias para que un momento de placer no se
vuelva un problema con el tiempo.
El sol es un gran proveedor
de vitamina D. 10 o 15 minutos de exposición son suficientes para que el cuerpo
metabolice sus beneficios, hay que tener cuidado de los excesos ya que
demasiado calor puede causar daños permanentes en la salud de la piel. Publica
el portal Cuida tu salud.
Las quemaduras provocadas
por los largos periodos bajo el sol pueden causar envejecimiento prematuro y
peor aun melanoma, que es considerado el cáncer más agresivo, puesto que la
piel es el órgano más grande del cuerpo.
Los niños son aun más
sensibles a los efectos dañinos del exceso de exposición a los rayos solares y al mismo tiempo son los que pasan más
tiempo bajo el, ya que durante los días de playa pasan largas horas jugando en
la arena.
El agua y la arena son
reflectores de las implacables radiaciones por lo que mantenerse debajo de una
sombrilla a la orilla del mar no es suficiente, es necesario protegerse con
filtros solares que deben aplicarse luego de bañarse o sudar para que no pierda
su efectos.
Entre las 10:00 de la mañana
y las 3:00 de la tarde es sol se encuentra en su punto de mayor intensidad por
lo que se recomienda evitarlo y protegerse con bloqueadores y ropa que cubra la
piel expuesta.
La
protección es la clave
La luz solar produce rayos
ultravioleta (UV) los cuales además del bronceado, generan cambios celulares
que predisponen al cáncer de piel.
La buena noticia es que
limitando las horas de exposición y utilizando la protección adecuada es
posible disfrutar de todos sus beneficios y el bello color que puede ofrecer a
la piel.
En primer lugar el uso de un
bloqueador solar con factor de protección mayor de FPS mayor a 30, teniendo en
cuenta que mientras más clara sea la piel más sensible es la los rayos UV y
necesita mayor cuidado.
Según Cuidatusalud.com los
filtros deben colocarse de 30 a 45 minutos antes de salir y aplicarlo
nuevamente cada dos horas y luego de sudar o meterse al agua. De este modo
actuaran correctamente y brindaran la protección necesaria.
Los perfumes para otra
ocasión, ya que tienen efectos fototóxico, que producen manchas en la piel, lo
ideal es salir con la piel limpia y limitarse solo al uso del protector.
Cuando el sol está en su
punto de mayor intensidad (de 10:00 am a 3:00 pm) lo mejor es no estar
expuestos. Los sombreros grandes, las gorras y la ropa cubierta son de gran
ayuda.
Los
niños y el sol
Los niños menores de seis
meses no deben exponerse al sol, después de esta edad es fundamental colocarles
bloqueadores ya que los daños solares son progresivos.
Hasta los tres años hay que
tener cuidado con el tiempo en que los niños permanecen bajo el sol, luego de
esta edad deben tomarlo pero sin excesos, especialmente si son de piel muy
blanca.
Mientras juegan en la playa
es preferible que usen suéteres de manga larga para evitar la exposición
directa pero que sean frescos ya que demasiado calor causa deshidratación.
Igual que para todas las
personas a los más pequeños hay que reaplicarles el filtro solar cada dos horas
aproximadamente o incluso antes ya que juegan en la arena y entran y salen
seguido del agua.
Cuidados
al llegar a casa
Lo primero que se debe hacer
tras un día de playa es tomar un baño, de este modo la piel se refresca del
calor del día y se hidrata.
Utilizar aceites y cremas
hidratante es también de gran ayuda para la piel que ha pasado un largo tiempo
bajo los rayos UV, además de ofrecer una sensación refrescante al contacto
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