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| Especialistas recomiendan tener un horario regular para comer |
El humano posee un reloj biológico llamado “ritmo circadiano”, que marca la actividad interna del cuerpo durante las 24 horas del día, tanto cuando se está despierto como cuando se duerme.
La alimentación está directamente ligada a este reloj, ya que los alimentos que se consumen durante el día son procesados y transformados de distintas formas según el horario en que se ingieren.
La nutricionista española, Alicia Julibert, escribió un artículo para el portal Alimenta, donde explica que el ritmo circadiano también puede sincronizarse con la alimentación y la digestión ya que el intestino se mantiene realmente activo durante el día, siendo el momento óptimo para los procesos requeridos para la absorción eficiente de los nutrientes.
Comentó que cambios en los horarios pueden dar lugar a interrumpir el ritmo normal de la función intestinal y conducir a problemas gastrointestinales, por ejemplo.
“Seguir un horario regular en nuestra vida diaria, ya sea para dormir o despertarnos, la distribución de las distintas comidas, la ingesta de alimentos de forma variada y equilibrada, la práctica de ejercicio físico, influye en el reloj biológico, y alteraciones en nuestro estilo de vida puede jugarle malas pasadas”, aseguró Julibert.
¡Ni una dieta más!
La gente suelen asociar el término “dieta” con dejar de comer, pero en realidad se refiere a la alimentación habitual de una persona, y cuando se habla de sincronizarla con el ritmo circadiano es necesario que sea balanceada, sobre todo cuando la persona desea controlar su peso.
La endocrinólogo Daniela Jakubowicz comenta en su libro ¡Ni una dieta más!, que la idea “es enfocarnos en comer las cosas más pesadas, grasas o calóricos durante la etapa del día en que todo lo que se ingiera se transforma en energía y en el resto del día controlar la ingesta de esos alimentos.
"Pero de todas formas se siguen comiendo, por lo que el deseo de comer algo restringido no existe”.
Jakubowicz señala que en la mañana prevalecen las hormonas que transforman todo en energía, por lo que la hora ideal para comer en abundancia es en la mañana, así también se controla el deseo de comer en la tarde.
Asimismo, “en las noches aumenta la hormona del crecimiento, la que precisamente estimula que se utilicen las reservas de grasa para sobrevivir, es decir, al ayunar de noche y dormir sólo estamos estimulando la quema de grasas. De ahí que digan que dormir es ideal para adelgazar”.
Pero, la doctora asegura que esta quema de grasas sólo es posible cuando se cena de manera adecuada, ya que por lo general se acostumbra a cenar harinas, por lo que la energía se sacará de esa comida y no de las reservas de grasa, como lo estimula la hormona del crecimiento.
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