viernes, 12 de junio de 2015

Ángeles en la Tierra: Repartiendo salud y vida

Desde que se conoce su existencia, un bebé pasa a ser lo más importante para los padres y toda la familia. Cada uno de ellos se encargará, cuando llegue el momento, de que la vida del niño esté llena de amor, risas, juegos y salud para poder disfrutar cada etapa a plenitud.
Durante el período de gestación se prepara todo lo referente a la llegada del bebé. Se compran todos los menesteres necesarios y en algunos casos, se realizan fiestas para celebrar el próximo nacimiento.
Los doctores examinan una y otra vez a la madre para corroborar que todo esté bien y ella sigue al pie de la letra sus instrucciones para cerciorarse que su pequeña creación se desarrolle sin dificultades.
Pero, a veces se descubre que los pequeños aún sin haber nacido, padecen de alguna enfermedad que no permitirá que su vida transcurra de manera ordinaria. El cáncer, las deformaciones y los tumores malignos ponen en situación de riesgo el crecimiento de quienes en un futuro pudieran convertirse en arquitectos, abogados e incluso médicos.
Luchar contra estas patologías no es tarea fácil. Los pequeños deben ser sometidos a múltiples quimioterapias, cirugías e intervenciones que buscan alargar su paso por la tierra, pero que a su vez acortan el tiempo que tienen para disfrutar como niños.
Para los padres la situación no es más llevadera. Y es que sobre sus hombros pesa la responsabilidad de conseguir a tiempo los medicamentos e insumos necesarios para el tratamiento y recuperación de sus hijos.
Además de mantenerse fuertes ante la enfermedad de su hijo, los padres deben afrontar una realidad aún más terrible: desde hace dos años no se consiguen medicamentos en el país. Ni los más básicos, ni aquellos para enfermedades tan letales como la leucemia y el cáncer.
Es por esto que nacen diversas iniciativas y campañas a nivel regional y nacional, en las que se insta a donar aquellas medicinas necesarias para los tratamientos de los niños que se encuentran recluidos en el Oncológico del Hospital Universitario Luis Razetti de Barcelona. "Mi familia y yo confiamos en el apoyo y buena fe de aquellos que desean ayudarnos a curar a nuestra pequeña guerrera", asegura Víctor Morales, padre de Andrea, una niña de cuatro años que sufre de Adenocarcinoma Pulmonar, un tipo de cáncer de pulmón.
Pero no todo es color de hormiga. Muchas personas están dispuestas a ayudar a los niños que, al igual que Andrea, sólo sueñan con tener un poco más de tiempo para compartir junto a sus padres y familiares, ir al colegio y jugar hasta el cansancio.
Tal es el caso de Ana Guevara, la recién graduada de Ingeniería Civil de 22 años de edad, quien navegaba un día por la web y se topó con una publicación de unos
padres que solicitaban ayuda humanitaria para su hija enferma, la cual fue el detonante para iniciar una iniciativa que ella y sus amigos denominaron “Amigos de Orlianita”.
A través de esta campaña que inició en Instagram (la famosa aplicación para compartir fotografías), Ana y los demás voluntarios desean aliviar un poco la tensión de los padres que ansiosamente recorren decenas de farmacias día a día, en búsqueda de los medicamentos para sus pequeños.
Por su parte, Elena Tziamos forma parte del grupo de voluntarios que conforman la organización Doctor Yaso y asegura que no existe mayor satisfacción que ayudar a estos guerreros de Dios.
A pesar de las dificultades y los problemas de cada quien, siempre habrá alguien que esté dispuesto a brindar una mano amiga sin esperar nada a cambio. Y es que tal como lo dijo Martin Luther King, “si ayudas a una sola persona a tener esperanza, no habrás vivido en vano”.

AMEDEE PUGLIESE

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