Juan Andrés Corrales
El gol de Mario Götze en el minuto 113 de la final, que le dio la victoria 1-0 a Alemania sobre Argentina, significó la cuarta Copa del Mundo para los teutones y una enorme decepción para Lionel Messi, quien no ocultó su frustración al culminar el encuentro.
Con 27 años y en plena madurez, “La Pulga” acarició un título que lo hubiese llevado a redondear una carrera sin precedentes en la última época, con credenciales suficientes para situarse a la par de leyendas del deporte rey como su compatriota Maradona y el brasileño Pelé.
El delantero del FC Barcelona preocupó a la zaga alemana en los primeros 30 minutos del partido decisivo, pero después su juego se diluyó y no pudo ser determinante para las aspiraciones argentinas.
Aun así, la agridulce medalla de plata no fue el único premio que se adjudicó en el torneo. El argentino fue elegido por un comité técnico de la FIFA como el Balón de Oro (Reconocimiento que se entrega al mejor jugador del Mundial), una decisión que generó controversia en el mundo del fútbol.
La mejor versión de Messi se vio en la fase de grupos, en la que anotó sus cuatro dianas de la cita planetaria. En los choques de eliminación directa, la influencia del atacante en el funcionamiento argentino se mermó, lo que le restaba merecimiento para llevarse el galardón.
Kross y Müller, piezas fundamentales de la selección campeona, y el colombiano James Rodríguez, máximo artillero con seis tantos, parecían haber cosechado más méritos para alzarse con el trofeo individual.
Desacuerdo
Uno de los primeros que se mostró asombrado por la escogencia fue Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
“Me sorprendió el ganador del Balón de Oro. No es lo que yo esperaba”, expresó en la rueda de prensa posterior a la final del Mundial.
El exjugador del Real Madrid José María Gutiérrez, conocido como “Guti”, plasmó su desacuerdo en su cuenta de Twitter.
“Increíble que Messi sea el mejor del mundial. Lamentable lo de la FIFA”, escribió.
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