Foto: Archivo |
En el caso de los arrendatarios se encuentran con el miedo de que la persona no quiera desalojar luego el recinto o no pague, mas aun luego de la aprobación de la "Ley contra el desalojo y la desocupación arbitraria de viviendas", aprobada en el 2011 por el gobierno venezolano.
Y la otra cara de la moneda son todas aquellas personas que necesitan un lugar para vivir y se encuentran con un mercado, en donde los precios están por las nubes y que hoy en día los arrendatarios piden hasta seis meses de depósito al momento de alquilar.
En Barcelona en la residencia Los Mangles, los alquileres van desde 12 mil bolívares a 20 mil Bs., mientras que en Lechería, en la residencia Plaza Mar, podemos encontrarnos con alquileres de habitaciones que pasan los 30 mil bolívares mensuales.
Todo esto por nombrar algunos sitios en donde alquilan habitaciones y departamentos, pero como estos hay muchos cuyo precio varía dependiendo de la ubicación, condición y muebles que traiga la habitación o departamento.
Jennifer Goitias, estudiante de medicina de la Universidad de Oriente, señaló que tiene más de cuatro meses viviendo "arrimada" en casa de una amiga en Cerro Amarillo y no ha logrado dar con un alquiler que pueda pagar.
"Yo soy de El Tigre y me vine a estudiar medicina a Barcelona pero veo que es difícil encontrar un alquiler que se ajuste a mi presupuesto, todo está muy costoso y es casi imposible, por eso llevo tiempo viviendo con mi amiga en su casa, mientras consigo algo".
Así como Goitias existen muchos estudiantes que vienen de otros estados a cursar una carrera universitaria y buscan alquiler, pero se encuentran con un mercado inhumano que de alguna manera termina afectando su rendimiento académico y en algunos casos hace imposible estudiar y las personas terminan regresando a su lugar de origen. /Renzo Sisco
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