"La constancia premia más que el talento"
Por: Jesús Gómez
“La música te permite explorar nuevos mundos y el
instrumento es el medio de transporte”. Esas fueron las palabras de la
saxofonista anzoatiguense, Jenny Ramírez, al preguntarle acerca de la magnitud
de la música en la vida de las personas.
Jenny, de 30 años, practica religiosamente casi todos
los días con su saxofón desde que empezó a tocar a los 12, edad en la que su
madre la inscribió en una escuela de música. Le apasiona el jazz y le encanta
el reggae, género con el que alcanzó la popularidad siendo miembro de la banda
Rastamaika durante más de 5 años y de la cual se separó recientemente para
emprender otros proyectos.
La saxofonista caraqueña de nacimiento pero con toda
una vida en Anzoátegui, cuenta que no se trata de un instrumento fácil y que a
pesar del talento que sobra en tierras venezolanas, la industria musical no es
una de la que muchos puedan comer debido a la situación del país.
“Existe un público que apoya mucho la movida musical y
es importante que tengamos lugares como Tiburón Club que cedan
espacios a nuevos talentos, pero a veces no es suficiente. Duele ver como
tantos chamos talentosos se ven forzados a irse a otros países para cumplir el
sueño de vivir de su arte. El precio de los instrumentos y sus respectivos
accesorios hace que más de uno desista de intentarlo”.
Recordó que más que el talento, la constancia es lo que
realmente premia el desarrollo musical de un individuo. “No es por quitarle mérito
a los profesores, pero en estos días el aprendizaje está más al alcance de
todos que nunca. Hay millones de videolecciones y ejercicios disponibles en
Internet y la variedad de material es impresionante, solo es cuestión de practicar
lo más seguido posible, establecerse un horario”, aconsejó.
Por último recalcó que la edad nunca es limitante a la
hora de aprender un instrumento, siempre y cuando se tenga la motivación
adecuada y las ganas de mantenerse.
Fuente: Jenny Luis Ramírez |
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