Cuando decimos Furúnculo,
estamos haciendo referencia a una infección cutánea muy común.
Una infección que
compromete a todo un folículo piloso y el tejido subcutáneo adyacente (es
decir, todo el tejido que lo rodea), explica el dermatólogo Arévalo Aumaitre.
Los pelitos
infectados so vellos rebeldes que, después de cortarlos, crecen en una
dirección diferente al resto.
En lugar de salir
de la piel, se enredan y nacen debajo de ella, o salen y se vuelven a enterrar,
provocando así que la piel se inflame un poco y aparezcan pequeños “bultos”.
Cuando eso sucede
el cuerpo cree que son cuerpos extraños y envía todas sus defensas; por eso a
veces los bultos de los vellos enterrados se vuelven rojos y duelen, o se
llenan de pus y arecen espinillas.
Los hombres
sufren bastante debido a los vellos enterrados en la zona de la barba y el
cuello, que es donde más se afeitan. Y las mujeres los tienen generalmente en las axilas, las piernas o en
la línea del bikini.
Ojalá tu piel se
sintiera siempre tan suave como cuando acabas de afeitar o de depilar todos los
días. Pero No, los velos siempre volverán a salir, en la cara en las piernas y
en las axilas.
El verdadero
problema es cuando los velos no crecen para afuera como normalmente deberían,
sino que crecen para adentro o debajo de la piel, según Aumaitre.
Aparición
El deshacerse de
los vellos del cuerpo es todo un arte. Mujeres y hombres usan diferentes estrategias;
cuchilla o navaja de afeitar, cremas depilatorias, ceras, máquinas que arrancan
los vellos de raíz, pinzas depilatorias. Gracias a estos inventos las personas
se pueden deshacer temporalmente de los vellos que tanto desagradan a muchos.
No importa que se
haga, siempre existe la posibilidad de que crezcan vellos enterrados o
encarnados en nuestra piel y reflejo de que el cuidado de la dermis es una jornada
casi diaria y no se pude descuidar ni un
segundo, porque el organismo no se detiene ni da chance de buscar soluciones
donde no las hay.
Hay muchas
razones que explican el comportamiento de estos vellos rebeldes.
El tipo de velo
tiene mucho que ver. Entre más gruesos y crespos sean tus vellos, más fácilmente
se van a encarnar cuando los cortas, ya que crecen con curvas y nunca logran
salir a la superficie, o salen pero se vuelven a enterrar.
Aparte del tipo
de vellos, las afeitadoras también aumentan la cantidad de velos enterrados en
tu piel. El afeitarse al ras con cuchillas es muy fácil y práctico, pero puede
causarte muchos vellos enterrados se eres susceptibles a ello. Por ejemplo, la
afeitadora de hoja doble jala el vello para luego cortarlo al ras pero lo que
queda se retrae dentro de la piel fácilmente y se entierra.
Evita afeitar a
ras, ya sea con la afeitadora o la maquina eléctrica. Siempre moja tu piel y
usa jabón o jalea para proteger la piel. Selecciona afeitadoras de cuchilla
simple y que estén afiladas.
Afeita o depila
tus vellos en el sentido que crecen, nunca en el sentido contrario y no jale tu
piel al afeitare o depilarte.
No uses el estropajo
tu esponja de baño para remover la piel bruscamente y liberar los vellos
atrapados, porque así estas rompiendo tu propia piel. No pellizques la piel,
masajea circularmente con crema o jabón que tenga exfoliantes suaves, para
hacer que la capa más superficial de la piel se remueva y de paso al vello
atrapado.
Si ves fácilmente
el vello bajo la piel, usa una aguja esterilizada con alcohol para liberar la
punta del vello.
Yosemarys González
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