Por José A. García
Recientemente
Estados Unidos y Kenia alertaron la posibilidad de no asistir a los Juegos
Olímpicos Río 2016, a raíz del brote epidemiológico del virus zika, que existe
actualmente en Brasil.
Por
una parte el Comité Olímpico de Estados Unidos, país con más medallas obtenidas
en los juegos, expresó preocupación e informó a sus federaciones que si los
atletas temen por el virus, tendrían que considerar no estar en Rio 2016, “el
que tema, que no vaya”. Aunque este mismo comité dijo que contratará a dos
especialistas en enfermedades contagiosas para orientar a aquellos atletas
olímpicos que se muestren angustiados por la situación.
Por otra
parte Kipchoge Keino, campeón de 1500 metros en los Juegos Olímpicos de 1968 y
actual presidente del Comité Olimpico de Kenia, aseguró que "si el
virus Zika es grave, no asistiremos a los Juegos. No vamos a exponer a nuestros
jóvenes. La salud de nuestra gente es más importante que los Juegos", por
lo que "vamos a esperar hasta el último minuto. Confiamos en los consejos
de las autoridades sanitarias de Brasil para tomar una decisión
informada".
A
todo esto, varios atletas han hecho eco de su opinión, entre ellos el remero
británico Andrew Triggs Hodge, medallista de oro en 2008 y 2012 quien
confirmó que su esposa no irá a Brasil ya que considera que “para el que quiera
crear una familia, zika es una amenaza real”.
Por
las féminas encontramos las declaraciones de la portera de la selección
femenina de fútbol, Hope Solo, a la revista 'Sports Illustrated' sobre sus
dudas de viajar a Río de Janeiro, diciendo que "si los Juegos Olimpicos
fuesen hoy, yo no los disputaría. No sé cuándo llegará la hora de tener hijos,
pero me reservo mi derecho a tener niños saludables. Las mujeres no deben ser forzadas
a tomar decisiones que puedan afectar la salud de sus hijos".
También
el corredor norteamericano de 100 metros y oro olímpico en 2004 Justin Gatlin
ha dicho que le gustaría evitar ir a Río, “pero la tentación de ganar una
medalla es demasiado grande
Y
así como ellos, otros deportistas que poco a poco van mostrando su preocupación
ante la situación del virus.
Pero
tras dimes y diretes, declaraciones a favor y en contra de atletas y
demás, recientemente el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, garantizó
que el actual brote no afectará al desarrollo de los juegos ya que a seis meses
de la inauguración de estos, Brasil lanzó un gigantesco programa de fumigación
para exterminar al Aedes Aegypti, el famoso mosquito patas blancas que
transmite dengue, chikungunya y zika.
Castro
informó que las inspecciones de las instalaciones olímpicas empezarán cuatro
meses antes del inicio del campeonato para eliminar los lugares de cría del mosquito,
además de llevar a cabo barridos diarios durante las competiciones, pero sin
fumigaciones masivas por los efectos que podrían tener estas sobre la salud de
los atletas y el público.
Así
como Castro, el director médico del Comité Olímpico Internacional, Richard
Budgett, informó recientemente que Río 2016 no va a ser cancelado ni aplazado,
y se desarrollará como está previsto entre el 5 y el 21 de agosto y que tampoco
harán recomendaciones oficiales de no viajar a Brasil, excepto para mujeres
embarazadas, ya que el virus del zika, que afecta a más de 20 países en América
Latina, ha sido asociado a más de 4 mil casos de microcefalia en bebés y fetos.
En
todo caso los juegos serán realizados pese a las preocupaciones de atletas y
países por más del millón y medio de personas que ya han contraído esta
enfermedad en Brasil.
Así
que en esta guerra entre el zika y los Juegos Olímpicos Río 2016, este último
ha sido el vencedor del primer asalto, resta esperar si también será el ganador
de la batalla final cuando ambos se enfrenten en los propios juegos.
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