El vegetarianismo como opción saludable

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Natalia Alonzo

Ser vegetariano no es una tendencia nueva, en Venezuela se contabilizan 86 años de historia y más allá de ser una moda se ha convertido en un estilo de vida, pero será perjudicial para el organismo no consumir carnes o la eliminación total es lo más adecuado.

Es una duda frecuente entre aquellos que desean alimentarse de manera sana, y aunque los médicos recomiendan la inclusión de muchos vegetales en la alimentación diaria, los especialistas en nutrición difieren acerca del solo consumo de estos.

Es así, como la Nutricionista, Mignoris de Marenco, manifestó desde su consultorio ubicado en Puerto la Cruz, que es importante consumir proteínas, grasas y carbohidratos. Los vegetales son esenciales para el funcionamiento del colon, pero esta alimentación debe mantenerse en observación, porque nunca sustituirá a los nutrientes de la carne.

Marenco explicó que las proteínas de origen animal contienen los aminoácidos esenciales para el organismo, pero no necesariamente los comensales deben ingerir carne roja exclusivamente, sino que pueden optar por la de pollo o el pescado.

“Particularmente la ingesta de carne roja es la que libera mayor cantidad de toxinas que se acumulan en el colón, y es allí donde está el origen de la mayoría de las enfermedades”, aseguró Marenco.

Generalmente, quienes optan por una dieta de este estilo han sufrido alguna enfermedad, o tienen una inclinación espiritual como el hinduismo o el  yoga, o simplemente para sentirse bien, sumándolo al ejercicio físico.

Única opción

Aunque la comida vegetariana en el país se remonta a las primeras décadas del siglo XX, en Puerto La Cruz no son numerosos los restaurantes de esta guisa. Curiosamente, existe un solo local que funciona en el Centro Naturista “La Colmena”, del Paseo “La cruz y el mar”.

Al ser consultada su propietaria, Elizabeth Rodríguez indicó que su menú toma en cuenta la frecuencia vibratoria de los alimentos, cuyo objetivo es otorgarle equilibrio, bienestar y salud al cuerpo. Es una comida al estilo Quántico, donde se le da preferencia a los colores y a las pequeñas porciones.

Rodríguez define la bondad de sus platos en un espacio donde se mezcla la brisa marina con los móviles que adornan al establecimiento, donde lo fundamental es hacer que el consumidor se sienta a gusto y se deleite con una buena sazón.