Por: Kenlibeth Fernández
Con el paso de los años se
han dado a conocer diversos términos para referirse al hombre preocupado por su apariencia. Una de las más
famosas es el adjetivo de “metrosexual”, que definía el hombre heterosexual con
alto poder adquisitivo atento a su imagen personal, el estilo y la moda.
Ahora, ha nacido el término del hombre
“spornosexual”, una evolución de los anteriores pero ahora el aspecto físico
toma un rol aún mayor.
Hace 20
años el periodista inglés Mark Simpson introdujo el término metrosexual, y
tal ha sido el auge y popularización, que una de las más grandes empresas de
acciones del mundo, como lo es Hsbc, presentó en marzo un informe en el que
resaltó el desarrollo que ha tenido el comportamiento metrosexual durante este
tiempo, y que lo ha llevado a convertirse hoy en uno de los principales motores
del consumo.
Pero ya
esto es historia. Simpson ha vuelto a crear una nueva definición del hombre de
hoy y con esta nueva evolución ha nacido el término "spornosexual"; aquél hombre
que prefiere pasar su tiempo y gastar su dinero en su físico y no tiene miedo
alguno en exhibir los resultados.
Puedes encontrar al hombre
spornosexual en el gimnasio, en las playas, revistas de moda y lugares donde la
ropa pueda ser mínima. De hecho, han acaparado las redes sociales, pues estos
comparten muy a menudo sus fotos con el resto del mundo.
La palabra surge de la
fusión de sport (deporte), porn (porno) y,
claro, metrosexual.
Diferencias
Pero ¿Quiénes pueden ser clasificados con este término? Aquí
incluyen a deportistas como David
Beckham y Cristiano
Ronaldo, que no tienen ningún reparo en fotografiarse muy ligeros de
ropa.
Según Simpson, la diferencia entre los metrosexuales y spornosexuales
radica en el hecho de que los segundos se centran menos en la ropa y más
en sus cuerpos.
“Ellos quieren ser queridos por sus cuerpos, no por su armario. Y,
ciertamente, no sus mentes”, dijo el periodista. “Este tipo de hombre va al
gimnasio en el día, ve porno en la noche, y valora más el cuidado de su cuerpo
que su ropa”, explicó.
El periodista también describe a los spornosexuales como hombres con cuerpos “minuciosamente
bombeados y cincelados”, “adorables barbas”, tatuajes en súper músculos, piercings y un estilismo que
describe como provocativo y con la camiseta con cuello de pico como eje de
referencia.
“Esta nueva tendencia
explora la parte sexual del
término metrosexualidad. El
deporte se nos ha metido en la cama con el porno mientras Armani tomaba
fotografías", escenifica en su artículo Simpson para explicar que el spornosexual viste el sexo; lo
lleva en su cuerpo.
Es la pornificación de la imagen. Y
añade: “A diferencia de los anuncios metrosexuales de Beckham de los primeros años, en los que
sus atributos fueron posiblemente mejorados artificialmente, los spornosexuales de hoy se 'photoshopean' a sí mismos en la
vida real”. Y lo hacen sin complejos.
De
hecho, el narcisismo, el espejo y las redes sociales son otros de los tótems
comunes a los spornosexuales. Son amantes de los selfies y
de quitarse la camiseta a la primera de cambio para exhibir sus músculos.
Y mientras los metrosexuales
fueron enaltecidos en las revistas de moda, ahora los canales de los
spornosexuales son Instagram, Facebook o Twitter, el mejor lugar para mostrar
lo que tanto les ha costado conseguir.
Curiosidades
Entre las curiosidades que
ronda esta nueva tendencia está la de que el spornosexual se encuentra
deseable. Si pudiese, se acostaría consigo mismo, también está obsesionado con tener un buen trasero.
Probablemente la sorpresa
llegue ahora: el spornosexualismo
acaba siendo una cuestión de pura empatía. Cuando un hombre spornosexual se
coloca frente al espejo, tensa los músculos y se fotografía desnudo, está
poniéndose en el lugar de una mujer o un hombre gay y pensando en qué les
excita a ellos.
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