martes, 16 de junio de 2015

Estudiar representa más que un reto en la actualidad

Mirlian Rodríguez

Estudiar en cualquier nivel educativo, ya sea preescolar, educación básica o universitario, representa un reto que va mas allá de tener las ganas y la voluntad de salir adelante.

Ya los libros, cuadernos, lápices y sacapuntas han elevado sus precios para convertirse en un dolor de cabeza para los padres, adolescentes y estudiantes universitarios.

De igual forma se suma a la lista las meriendas entre ellas: Empanadas Bs 50, Nestea Bs 40, Agua Mineral Bs 30, Refresco de lata Bs 80; es decir, haciendo un cálculo semanal se gastan más de Bs 600 sin incluir pasaje, copias, trabajos por imprimir y sin pensar en  llenar una lonchera de un niño de preescolar.

Los sistemas educativos se ven amenazados por la crisis económica que vive actualmente el país, ya que son muchos los estudiantes que atraviesan un viacrucis intentando estudiar y formarse en medio de una tempestad donde no solamente basta con tener las ganas.

“100 Bs no me alcanzan para pagar pasaje, comer en la universidad y sacar una copia, todos los días me levanto con esa preocupación del como hare para continuar estudiando” comentó Gaeleen Vidartte, estudiante de la Universidad Simón Rodríguez.



No es cuestión de lujos
Tanto planteles públicos como privados, al igual que las universidades, se ven afectados desde su infraestructura hasta sus matriculas de alumnos, debido al elevado costo que  representa hoy estudiar.

“Yo le doy a mi hijo 600 Bs semanal para que desayune en el liceo, aparte debo darle para hacer trabajos, exposiciones y proyectos, no está fácil la situación” recalcó Lerzy Trias, Docente y madre. 

Los padres ven con preocupación el compromiso que actualmente están asumiendo ya que deben priorizar gastos para solventar cada uno de los retos que adquieren poniendo entre los primeros lugares la educación de sus hijos.

Isabel de los Reyes, madre de un niño que estudia preescolar comenta que llenar a diario la lonchera de su hijo es casi igual que pagar la matrícula de una universidad.

“Debo mandarle el desayuno a mi hijo, mas la merienda y una fruta, Dios nos agarre confesados cuando vayan a la universidad en unos años porque hay es que viene lo bueno” detalló Isabel de los Reyes.


La voluntad y las ganas pasaron a un segundo nivel, según los estudiantes que día a día salen a la calle para  garantizar un mejor futuro para el país. 

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