Con la
esperanza de convertirse en la más joven en correr siete maratones en los cinco
continentes y la Antártida, Blanca Ramírez, de 12 años, salió el sábado rumbo a
Paraguay, donde le esperan 42,195 kilómetros.
"Puedo
terminar algo que mucha gente no va a poder lograr y es emocionante porque yo
corro muchas millas y soy buena en eso", dijo Blanca.
Su desafío
comenzó hace años cuando trató de seguir los pasos de sus dos hermanas mayores,
Adriana y Madeleine, ambas atletas destacadas.
A los diez
años la niña descubrió que podía correr largas distancias y decidió convertirse
en maratonista. "A veces pienso '¿En qué me metí?' Porque son muchas
millas y toma mucho tiempo terminarlo", explicó.
La pequeña
hizo su primera carrera de tres millas en enero de 2013 en el Parque de
Disneyland, en Anaheim (EE UU). Aunque Blanca hizo una gran primera
presentación tuvo que entrenarse más de seis meses para correr nuevamente la
misma distancia.
En su última
competencia de tres millas la menor registró un tiempo de tan sólo 26 minutos,
pero el objetivo de Blanca era correr una maratón, así que pidió comenzar en la
carrera insignia de Los Ángeles.
"Yo no
creía que iba a poder terminar, estaba muy pequeña, tenía 11 años. Muchos
decían que no podría, pero Blanca nos hizo creer a todos", explico a Efe
el padre de la menor, Dimas Ramírez.
En marzo de
este año el tesón de Blanca la hizo correr el Maratón de Los Ángeles con un
tiempo de 6 horas y 59 minutos. Desde el momento que cruzó la meta, arropada
por la bandera de Estados Unidos, la pequeña asegura que sintió que tenía que
ponerse otro desafío.
"Ella
es la que quiere tener ese récord de correr en siete partes del mundo y tuvimos
que apoyarla porque no hay forma de detenerla", admitió Ramírez.
Pero el
objetivo de esta niña no es sólo romper un récord. Blanca corre a favor de
Operación Sonrisa, una organización que ayuda a niños con problemas de labio
leporino, y el nombre de este grupo ha llegado a lugares tan lejanos como
Ruanda, dónde Blanca logró un tiempo de 5 horas y 33 minutos.
"Ella
me dice 'Papá, quiero ayudar a estos niños, un niño sin una sonrisa es como un
niño sin regalos en navidad, quiero ayudar a traer sonrisas a los niños un paso
a la vez'", explicó el progenitor.
Antes de
cumplir sus 12 años, la niña había participado en cuatro maratones. El último
fue el pasado 5 de julio en China, donde se clasificó entre las primeras cien
mujeres en pasar la meta.
En este
tiempo de competencias, Blanca y su familia aprendieron que no es sólo la parte
física la que se necesita para ganar. La concentración mental es importante y
hace parte del éxito del atleta.
A sus 12
años, Blanca asegura que no se debe pensar en la distancia que se corre,
tampoco cuánto hace falta para la meta, sólo se debe correr y divertirse en el
camino.
El
acompañante de Blanca siempre es su padre que, aunque no corre junto a ella,
siempre trata de asistirla con música y juegos que la distraen mientras termina
la prueba.
En la maleta
Blanca lleva hoy la esperanza de terminar con un buen tiempo para después
competir en Nueva Zelanda en noviembre, Europa en enero de 2015 y terminar su
travesía en marzo próximo en la Antártida.
Blanca no es
la única persona joven que ha asumido este reto. Nikolas Toocheck, de
Filadelfia, está a punto de terminar un desafío similar con tan solo 10 años.
Los niños ya se conocen y han planeado realizar una carrera juntos.
El empeño de
Blanca parece no detenerse, la niña de ascendencia mexicana quiere poner en
alto el nombre de California y Estados Unidos.
"Me
gustaría ser una competidora olímpica cuando crezca, poder correr una maratón y
ganarme una medalla de oro", concluyó Blanca.
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